Siento abrazar
el lado oscuro, pero permítanme que me deje arrastrar por el tsunami Star Wars.
Una vez más el aparato publicitario de Hollywood nos bombardea con la promesa
de un nuevo capítulo de la saga, cuyo éxito no dependerá tanto de lo que esta séptima
entrega consiga, sino de una imagen de marca que se remonta a la década de los
setenta del siglo pasado.
Y parte de esta
imagen de marca tiene que ver con los restos arqueológicos de una de las
arquitecturas más potentes que el cine ha creado: la estrella de la muerte.
La Estrella de la Muerte (Death Star
en su versión original) es una supuesta estación de combate que aparece de
manera continuada a lo largo de la saga en distintos estados; (en Star Wars
episodio IV donde es destruida; en Star Wars el retorno del Jedi, en una fase
final de construcción y por último en la precuela Star Wars la venganza de los
Sith).
Imagen de la Estrella de la Muerte aparecida en los episodios IV y VI de Star Wars |
Durante
el proceso de diseño de la maqueta de la
Estrella de la Muerte, se crearon algunas variaciones, aunque la idea de una inmensa esfera mecánica estuvo
presente en todas las versiones. Algunos
modelos iniciales eran de color plateado con una
serie de "ampollas" mecánicas en la superficie.
Otra versión tuvo el inmenso disco láser atravesando su ecuador. Muchos encontraron similitud con la imagen de una de las
lunas de Saturno, Mimas. Una simple coincidencia ya que la película es muy
anterior a su fotografía por parte de una sonda espacial.
Si
la esfera completa de la primera Estrella de la Muerte es
impactante, la segunda no se queda atrás. Teniendo en cuenta que la primera
había sido destruida, los diseñadores se esforzaron en mostrar una segunda
construcción que aunque incompleta, no dejara de resultar amenazante.
Para ello se experimentó con diferentes fases de ejecución.
El modelo
final de esta maqueta midió 137 centímetros de diámetro, y sólo incluyó lado
"frontal" de la estación. Construida en metacrilato, su imagen final
se creó a través de fotograbados y chapa micro perforada, a través de la cual
se iluminaba con cientos de pequeñas luces.
El segundo
modelo estrella de la muerte es en realidad el negativo de lo que aparece en la
película, con la mayor parte de su superestructura izquierda incompleta. Se
hizo una simetría de la imagen final del modelo en la película final,
completando con secciones que simulaban la estructura interior. La imagen final
de la Estrella de la Muerte fue una combinación de modelos
integrales y modelos de su sección.[1]
Imagen de la Estrella de la Muerte en construcción, extraida de Star Wars episodio III |
Cualquiera
que se dedique a diseñar estructuras que impliques la génesis de forma, saben
que una de las construcciones geométricas más potentes es el círculo en el
plano bidimensional y la esfera en el tridimensional. La gestión geométrica de
las mismas resulta extremadamente complicada, ya que cualquier intervención
sobre la misma conduce a menudo a soluciones que empeoran su imagen inicial.
Es
por esa razón por la que muy pocos arquitectos se arriesgan a generar proyectos
esféricos, además de por su coste.
Uno
de los proyectos esféricos más conocidos es el cenotafio a Newton que diseñó en
1784 Étienne-Louis Boullée. A pesar de no haberse llegado a construir, ha
pasado a la historia como una obra muy innovadora para su tiempo. En los planos
conservados en la Biblioteca Nacional de París, se aprecia un proyecto que
sorprende por su sencillez formal y su carácter simbólico. Una visión que aun
hoy resulta futurista, teniendo en cuenta las limitaciones de construcción que
existían en la época. Porque uno de los inconvenientes formales que impone la
esfera en el ámbito de la arquitectura, radica en su inserción con el terreno y
las limitaciones de la gravedad.
Cenotafio a Newton. Étienne-Louis Boullée, 1784 / Cloud
Nine. Buckminster Fuller, 1967
|
El
arquitecto creador de esferas por excelencia Buckminster Fuller, propone en su
propuesta “Cloud Nine” de 1967 una colonia de ciudades volantes de milla y media
de diámetro, a modo de nuevos hábitats artificiales sustentados mediante el
principio del globo aerostático. Un proyecto de esferas perfectas que solventa
el problema de la inserción geométrica de la esfera en el terreno.
En teoría, una capa de polipropileno cubriría
una estructura de cúpula geodésica,
que se fortalecería a medida que creciera en escala. Fuller
afirmó que la posibilidad de estas
ciudades flotantes de mantenerse
suspendidas en el aire, dependía de su "peso, reciclaje y mantenimiento", por el cual se refería a que el peso de la estructura y todo en él, incluyendo edificios, sería
insignificante en comparación con el aire contenido en su interior. Cuando este aire
desplazado se calentara tan solo un
grado más que el aire exterior,
la estructura se elevaría hacia el cielo, como un globo de aire caliente gigante.
"Así
se fabrican las nubes. Como esferas geodésicas se hacen más grandes de media
milla de diámetro que se conviertan en estructuras flotantes nubes. Tales
cielo-esferas geodésicas flotantes pueden ser diseñadas para flotar en
altitudes preferidas de miles de metros. El peso de los recursos humanos que se
añade a estos nueves "nube" prefabricados sería relativamente
insignificante"
[2] (Fuller,
1967, p.98)
En
1990 el arquitecto Lebbeus Woods recibió por parte de Twentieth Century Fox el encargo de
diseñar un proyecto visual para la ambientación de Alien 3. El proyecto que
inicialmente dirigiría Vincent Ward,
distaba en algunos aspectos del proyecto final de David Fincher precisamente en
el protagonismo que el escenario arquitectónico tendría en la trama. Para la
idea inicial de Ward, Woods creó un entorno de perímetro esférico para
escenificar la colonia religiosa que se había escapado de la tierra y habitan
un centro comercial abandonado en el espacio profundo. En este entorno, la
colonia habría adoptado no solo unos preceptos religiosos estrictos, sino
también una vida medieval sin electricidad ni tecnología de ninguna clase. En
los bocetos, Lebbeus Woods ahonda en la idea de un interior desmoronando, un mundo
artificial creado a partir de una estación móvil esférica fuera de su contexto
original. Igual que en la segunda Estrella de la muerte, la anisotropía se
fundamenta en la destrucción.
Diseños de Lebbeus Woods para las ambientaciones de Alien 3, 1989 |
No me atrevo
a afirmar que este sea el principio que maneja Koolhaas en su Proyecto para Ras al Khaimah
Convention and Exhibition Centre en los Emiratos Árabes Unidos. Huyendo de una
solución más convencional en altura, el RAK de Koolhaas se plantea como una
gran esfera insertada en el terreno mediante caminos que conectan el edificio
con estructura urbana existente.
Ras al Khaimah Convention and Exhibition Centre, Emiratos Árabes Unidos, 1989. OMA, Rem Koolhaas, 2007 |
Como
ya es habitual en los proyectos de OMA, el diseño del RAK pretendía romper con
la tendencia actual de crear pieles y formas impactantes que raras veces
dialogan con su entorno. Por esa razón Koolhaas aboga por una vuelta a una
aparente simplicidad formal recurriendo a la geometría esférica, en aras de denunciar
este vano intento de originalidad que practican ciertos arquitectos hoy en día.
Esto desde mi punto de vista encierra más que un ejercicio de humildad, una
maniobra extremadamente ambiciosa, ya que esta geometría es extremadamente difícil
de gestionar de manera exitosa.
Por
esa razón Koolhaas busca también la anisotropía que rompa la rotundidad de la
esfera original, pero en este caso sin recurrir a la destrucción. Sabiendo que
pocas geometrías encajan bien con la esfera, se decanta por una serie de operaciones
de sustracción de formas también esféricas que operan las aperturas oportunas
en su geometría. El resultado de estas incisiones recuerda a la hendidura que
alberga el superláser en la Estrella de la Muerte.
Variaciones formales y esquemas interiores del Ras al Khaimah Convention and Exhibition Centre, Emiratos Árabes Unidos, 1989. OMA, Rem Koolhaas, 2007 |
Con
estas operaciones no solo solventa los accesos y la iluminación natural, sino
que también resuelve su inserción en el terreno y la imagen de fachada desde
los distintos ángulos urbanos que pretende potenciar. En definitiva crea una
imagen tan potente como la de la estructura imperial.
Desde que se
conoció el proyecto muchos han resaltado el parecido de este proyecto con la
Estrella de la Muerte y sin embargo, aunque no dudo que la estación imperial
forma parte de nuestro imaginario colectivo, el ejercicio practicado en el RAK
es más complejo y todo el que trabaje con estas formas, entenderá que sus
soluciones posibles no son tan amplias como pudiera parecer. La referencia está
servida. Por mi parte solo deseo manifestar “que la esfera os acompañe”.
Me encanta.
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