13 dic 2015

QUE LA ESFERA OS ACOMPAÑE

Siento abrazar el lado oscuro, pero permítanme que me deje arrastrar por el tsunami Star Wars. Una vez más el aparato publicitario de Hollywood nos bombardea con la promesa de un nuevo capítulo de la saga, cuyo éxito no dependerá tanto de lo que esta séptima entrega consiga, sino de una imagen de marca que se remonta a la década de los setenta del siglo pasado.
Y parte de esta imagen de marca tiene que ver con los restos arqueológicos de una de las arquitecturas más potentes que el cine ha creado: la estrella de la muerte.
La Estrella de la Muerte (Death Star en su versión original) es una supuesta estación de combate que aparece de manera continuada a lo largo de la saga en distintos estados; (en Star Wars episodio IV donde es destruida; en Star Wars el retorno del Jedi, en una fase final de construcción y por último en la precuela Star Wars la venganza de los Sith).

Imagen de la Estrella de la Muerte aparecida en los episodios IV y VI de Star Wars

Durante el proceso de diseño de la maqueta de la Estrella de la Muerte, se crearon algunas variaciones, aunque la idea de una inmensa esfera mecánica estuvo presente en todas las versiones. Algunos modelos iniciales eran de color plateado con una serie de "ampollas" mecánicas en la superficie. Otra versión tuvo el inmenso disco láser atravesando su ecuador. Muchos encontraron similitud con la imagen de una de las lunas de Saturno, Mimas. Una simple coincidencia ya que la película es muy anterior a su fotografía por parte de una sonda espacial.

Si la esfera completa de la primera Estrella de la Muerte es impactante, la segunda no se queda atrás. Teniendo en cuenta que la primera había sido destruida, los diseñadores se esforzaron en mostrar una segunda construcción que aunque incompleta, no dejara de resultar amenazante. Para ello se experimentó con diferentes fases de ejecución.

El modelo final de esta maqueta midió 137 centímetros de diámetro, y sólo incluyó lado "frontal" de la estación. Construida en metacrilato, su imagen final se creó a través de fotograbados y chapa micro perforada, a través de la cual se iluminaba con cientos de pequeñas luces.

El segundo modelo estrella de la muerte es en realidad el negativo de lo que aparece en la película, con la mayor parte de su superestructura izquierda incompleta. Se hizo una simetría de la imagen final del modelo en la película final, completando con secciones que simulaban la estructura interior. La imagen final de la Estrella de la Muerte fue una combinación de modelos integrales y modelos de su sección.[1]
Imagen de la Estrella de la Muerte en construcción, extraida de Star Wars episodio III
Sin duda la mayor virtud de esta estrella incompleta, radica en el tratamiento geométrico que se aplica a la esfera, desposeyéndola totalmente de sus características isotrópicas.
Cualquiera que se dedique a diseñar estructuras que impliques la génesis de forma, saben que una de las construcciones geométricas más potentes es el círculo en el plano bidimensional y la esfera en el tridimensional. La gestión geométrica de las mismas resulta extremadamente complicada, ya que cualquier intervención sobre la misma conduce a menudo a soluciones que empeoran su imagen inicial.

Es por esa razón por la que muy pocos arquitectos se arriesgan a generar proyectos esféricos, además de por su coste.

Uno de los proyectos esféricos más conocidos es el cenotafio a Newton que diseñó en 1784 Étienne-Louis Boullée. A pesar de no haberse llegado a construir, ha pasado a la historia como una obra muy innovadora para su tiempo. En los planos conservados en la Biblioteca Nacional de París, se aprecia un proyecto que sorprende por su sencillez formal y su carácter simbólico. Una visión que aun hoy resulta futurista, teniendo en cuenta las limitaciones de construcción que existían en la época. Porque uno de los inconvenientes formales que impone la esfera en el ámbito de la arquitectura, radica en su inserción con el terreno y las limitaciones de la gravedad.

Cenotafio a Newton. Étienne-Louis Boullée, 1784 / Cloud Nine. Buckminster Fuller, 1967
El arquitecto creador de esferas por excelencia Buckminster Fuller, propone en su propuesta “Cloud Nine” de 1967 una colonia de ciudades volantes de milla y media de diámetro, a modo de nuevos hábitats artificiales sustentados mediante el principio del globo aerostático. Un proyecto de esferas perfectas que solventa el problema de la inserción geométrica de la esfera en el terreno.
En teoría, una capa de polipropileno cubriría una estructura de cúpula geodésica, que se fortalecería a medida que creciera en escala. Fuller afirmó que la posibilidad de estas ciudades flotantes de mantenerse suspendidas en el aire, dependía de su "peso, reciclaje y mantenimiento", por el cual se refería a que el peso de la estructura y todo en él, incluyendo edificios, sería insignificante en comparación con el aire contenido en su interior. Cuando este aire desplazado se calentara tan solo un grado más que el aire exterior, la estructura se elevaría hacia el cielo, como un globo de aire caliente gigante.
"Así se fabrican las nubes. Como esferas geodésicas se hacen más grandes de media milla de diámetro que se conviertan en estructuras flotantes nubes. Tales cielo-esferas geodésicas flotantes pueden ser diseñadas para flotar en altitudes preferidas de miles de metros. El peso de los recursos humanos que se añade a estos nueves "nube" prefabricados sería relativamente insignificante" [2] (Fuller, 1967, p.98)
En 1990 el arquitecto Lebbeus Woods recibió por parte de Twentieth Century Fox el encargo de diseñar un proyecto visual para la ambientación de Alien 3. El proyecto que inicialmente dirigiría Vincent Ward, distaba en algunos aspectos del proyecto final de David Fincher precisamente en el protagonismo que el escenario arquitectónico tendría en la trama. Para la idea inicial de Ward, Woods creó un entorno de perímetro esférico para escenificar la colonia religiosa que se había escapado de la tierra y habitan un centro comercial abandonado en el espacio profundo. En este entorno, la colonia habría adoptado no solo unos preceptos religiosos estrictos, sino también una vida medieval sin electricidad ni tecnología de ninguna clase. En los bocetos, Lebbeus Woods ahonda en la idea de un interior desmoronando, un mundo artificial creado a partir de una estación móvil esférica fuera de su contexto original. Igual que en la segunda Estrella de la muerte, la anisotropía se fundamenta en la destrucción.
Diseños de Lebbeus Woods para las ambientaciones de Alien 3, 1989

No me atrevo a afirmar que este sea el principio que maneja Koolhaas en su Proyecto para Ras al Khaimah Convention and Exhibition Centre en los Emiratos Árabes Unidos. Huyendo de una solución más convencional en altura, el RAK de Koolhaas se plantea como una gran esfera insertada en el terreno mediante caminos que conectan el edificio con estructura urbana existente. 
Ras al Khaimah Convention and Exhibition Centre, Emiratos Árabes Unidos, 1989. OMA, Rem Koolhaas, 2007

Como ya es habitual en los proyectos de OMA, el diseño del RAK pretendía romper con la tendencia actual de crear pieles y formas impactantes que raras veces dialogan con su entorno. Por esa razón Koolhaas aboga por una vuelta a una aparente simplicidad formal recurriendo a la geometría esférica, en aras de denunciar este vano intento de originalidad que practican ciertos arquitectos hoy en día. Esto desde mi punto de vista encierra más que un ejercicio de humildad, una maniobra extremadamente ambiciosa, ya que esta geometría es extremadamente difícil de gestionar de manera exitosa.
Por esa razón Koolhaas busca también la anisotropía que rompa la rotundidad de la esfera original, pero en este caso sin recurrir a la destrucción. Sabiendo que pocas geometrías encajan bien con la esfera, se decanta por una serie de operaciones de sustracción de formas también esféricas que operan las aperturas oportunas en su geometría. El resultado de estas incisiones recuerda a la hendidura que alberga el superláser en la Estrella de la Muerte.


Variaciones formales y esquemas interiores del Ras al Khaimah Convention and Exhibition Centre, Emiratos Árabes Unidos, 1989. OMA, Rem Koolhaas, 2007
Con estas operaciones no solo solventa los accesos y la iluminación natural, sino que también resuelve su inserción en el terreno y la imagen de fachada desde los distintos ángulos urbanos que pretende potenciar. En definitiva crea una imagen tan potente como la de la estructura imperial.
Desde que se conoció el proyecto muchos han resaltado el parecido de este proyecto con la Estrella de la Muerte y sin embargo, aunque no dudo que la estación imperial forma parte de nuestro imaginario colectivo, el ejercicio practicado en el RAK es más complejo y todo el que trabaje con estas formas, entenderá que sus soluciones posibles no son tan amplias como pudiera parecer. La referencia está servida. Por mi parte solo deseo manifestar “que la esfera os acompañe”.

[1] http://www.starwars.com/databank/death-star
[2] SKY, Alison; STONE, Michelle: Unbuilt America: forgotten architecture in the United States from Thomas Jefferson to the space age : a book, McGraw-Hill, Chicago, 1976, p.98.